AUTOR: Cuento
popular armenio.
RESUMEN: Erase una
vez en Mesopotapia, un rey que le gusta pasear entre sus súbditos
sin que supieran que era el Un día el hombre entró en una casa
donde había una fiesta, el rey cantó, habló con Hassam, el dueño
de la casa. Le dijo que a que se dedicaba, el le dijo que era
zapatero, y el rey le dijo que si con su sueldo le llegaba para
las fiestas, él le dijo que no hacía falta mucho para disfrutar. El
rey le dijo que si no le daba miedo que el rey prohibiera su
oficio, el le dijo que no.
Al
día siguiente el monarca prohibió el oficio de zapatero y al
atardecer tenía otra fiesta y Hassam le dijo que ahora era aguador,
al día siguiente le el monarca prohibió el oficio de aguador. Y al
atardecer fue a su casa y había otra fiesta, el rey le dijo que el
rey podría venir y llevárselo de criado y a la mañana siguiente se
lo llevaron dos guardias del rey.
Al
atardecer había otra fiesta y lo pagó con la hoja de su espada y el
rey le dijo que si no temía que el monarca le mandara hacer algo con
la espada, le dijo que no temía.
A la
mañana el rey lo mando a decapitar a una persona y como la espada
era de madera le pidió a ALA que le hiciera un milagro. Al sacar la
espada dijo... ¡MILAGRO! Pero la espada seguía siendo de madera y
el rey echo a reír.
OPINIÓN: A mí no me ha gustado porque un amigo no le quitaría el trabajo a otro.
OPINIÓN: A mí no me ha gustado porque un amigo no le quitaría el trabajo a otro.
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